Un blog es una web que publica contenido de forma periódica, como lo hace un periódico o una revista. Del mismo modo que las publicaciones presentan unos contenidos u otros según la temática en la que se centran y su línea editorial, los contenidos de tu blog también deben estar sujetos a una línea editorial que coincida con tu objetivo principal: dar a conocer lo que tu empresa ofrece.
Pero ¿sabes qué necesitas para asegurarte de que tu blog está alineado con tu marca? Una guía de estilo. Por eso voy a explicarte cuáles son los 10 apartados que no pueden faltar en la guía de estilo de tu blog.
Los 10 apartados fundamentales en la guía de estilo de tu blog
Los 10 apartados fundamentales en la guía de estilo de tu blogPara definir la línea editorial de tu blog, es muy importante que tanto tú como los profesionales que participan en el proyecto tengáis muy claro quiénes sois, a quién os dirigís y cuáles son vuestros objetivos. La mejor forma de aseguraros de que todos navegáis con un mismo rumbo es contar con un documento que defina los siguientes aspectos:
1. Entidad (‘¿quién soy?’ y ‘¿cuál es mi objetivo?’)
Presenta tu marca. Da a conocer los valores, los objetivos y la misión de la empresa a los profesionales que harán de tu blog el punto de encuentro entre tu firma y tus clientes.
2. Buyer persona (‘¿a quién me dirijo?’)
Ten muy claro a qué tipo de público te diriges y defínelo. Presenta todas las características que consideres relevantes: edad, sexo, situación laboral, contexto socioeconómico, etc. Y recuerda que quien mucho abarca poco aprieta: no pretendas llegar a todo el mundo, asegúrate de llegar a las personas adecuadas.
3. Equipo (‘¿quién hace qué?’) y proceso de trabajo (‘¿cuándo debe hacerlo?’)
Un blog de publicación diaria es el resultado del trabajo de muchos profesionales; por ejemplo, el cliente, el gestor del blog, los expertos, los redactores y el corrector de estilo (conocido como editor de contenidos en el ámbito del marketing). Por ello, es fundamental que cada colaborador sepa cuáles son sus funciones, en qué momento debe entrar en acción y cuáles son los plazos para realizar el trabajo. La planificación es fundamental para el éxito del blog.
4. SEO (‘¿cómo me hago visible en la red?’)
El SEO es una de las técnicas que emplea el inbound marketing con el fin de dar más visibilidad al contenido digital. Para que un motor de búsqueda indexe tus artículos como tú deseas, es imprescindible que cumplan con una serie de requisitos, tanto en el cuerpo del texto como en los títulos. Para asegurarte de que todos los miembros del proyecto los conocen y los respetan, ¿qué mejor que plasmar estos requisitos por escrito?
5. Temáticas (‘¿de qué hablo?’) y enfoque (‘¿qué opino?’)
Si conoces bien a tu público, sabrás cuáles son sus inquietudes y qué temas le interesan. El refrán anterior (quien mucho abarca…) también es aplicable en este aspecto: delimita las materias que tratarás en el blog y explica cómo las abordarás. Es inevitable que tu marca tenga un criterio frente a ciertas cuestiones, así que define bien cómo vas a posicionarte. No lo hagas a la ligera porque… ¡este es un terreno delicado!
6. Presentación del producto (‘¿cómo y cuándo hablo de mi producto?’)
La razón de ser de tu empresa son los productos o servicios que ofrece y, por ende, las personas que los reclaman. ¡Si no hay demanda, no hay negocio!
Si las ventas no alcanzan el objetivo deseado, muchas veces no es culpa del producto en sí, sino de que no lo estás dando a conocer de la manera adecuada.
Establece cuándo y cómo quieres presentar tus productos en los artículos del blog, y de qué forma vas a guiar a tu buyer persona hacia tu producto. ¿Lo harás de una forma directa o prefieres ser más sutil?
7. Estructura del artículo (‘¿cómo presento la información?’)
A grandes rasgos, un escrito debe constar de una introducción, un desarrollo y una conclusión. No obstante, según el objetivo y la naturaleza del texto, la estructura puede presentar variaciones.
De la misma forma que una noticia no tiene la misma estructura que una entrevista, si tratas temáticas distintas en tu blog, puede que la estructura de los artículos varíe. Reflexiona sobre cuál es la mejor forma de organizar y presentar la información que quieres compartir.
¿Quieres empezar el artículo con una cita?, ¿añadir un apartado de ejemplos prácticos? Respeta el mismo patrón en los artículos de una misma temática para dotar a tu blog de un estilo propio que tus lectores puedan identificar con facilidad.
8. Tono del artículo (‘¿cómo me dirijo al lector?’, ‘¿cómo me presento?’, ‘¿mejor ser minimalista o es preferible optar por lo barroco?’)
El tono de tus publicaciones y el grado de formalidad que emplees dependerá mucho del perfil de tu buyer persona y de las temáticas que trates en el blog. Tras definir ambos aspectos, establece qué recursos vas a emplear para dirigirte a tu público: ¿le hablarás de tú?, ¿lo tratarás de usted? Y ¿cómo presentarás tu empresa?: ¿el autor del artículo hablará en su nombre? (“¡Yo!”), ¿lo hará en nombre de la entidad? (“‘¡Nosotros!”), ¿prefieres optar por un tono más general? (Mediante el empleo de estructuras impersonales).
En lo referente al tipo de oraciones, te sugiero que optes preferiblemente por frases simples (a no ser que tengas un blog sobre literatura, filosofía u otras áreas humanísticas). Es muy probable que el lector pierda el hilo de lo que explicas si empleas oraciones complejas y párrafos excesivamente largos. Lo que te interesa es transmitir el mensaje de forma clara y concisa.
9. Terminología (‘¿qué palabras debo o no debo usar?’)
La cultura de tu empresa, el sector al que pertenece tu negocio y el perfil de tus clientes son tres factores determinantes para la elección terminológica de tus artículos. Lo principal es que tanto tú como tus lectores os sintáis cómodos y estéis familiarizados con el vocabulario de los artículos del blog. Para alentar o evitar el uso de ciertas palabras o expresiones, plantéate las siguientes 3 preguntas:
- ¿Hay palabras o expresiones concretas que no quieres que aparezcan en tus artículos?
- ¿En la jerga de tu profesión es frecuente el uso de palabras o expresiones provenientes de otras lenguas?
- ¿Tus lectores están habituados a los extranjerismos o a los cultismos?
“Dime quién eres y a quién te diriges, y te diré qué palabras debes usar”. Esta variante del refrán popular resume a la perfección de qué debes hablar en este apartado.
10. Imágenes (‘¿una imagen vale más que mil palabras?’)
Un artículo suele ser más atractivo si incluye alguna imagen. Por ello, debes cuidar también el estilo de las imágenes que decidas publicar en tu blog. Describe qué tipo de imágenes quieres utilizar y cuáles prefieres evitar. Asegúrate de ser coherente con el contenido y con tu marca.
La guía de estilo en evolución continua
Una guía de estilo es un documento fruto de la colaboración y sujeto a una evolución contínua. No tiene un mínimo o un máximo de páginas establecido, ni tampoco unos apartados concretos. Lo más importante es ser claro y conciso para contar con un documento lo más útil posible.
Si tienes un blog o vas a crearlo próximamente, asegúrate de estar bien asesorado desde el punto de vista del marketing y desde el punto de vista lingüístico. No olvides definir las 10 cuestiones de las que te he hablado en este artículo e incluir todos los aspectos que consideres necesarios para que tu blog sea todo un éxito.