Aunque una llamada a la acción pueda parecer un elemento trivial, su relevancia en la estrategia de Inbound Marketing es destacada, ya que repercute directamente en las conversiones y el ROI (Return of Investment). Por eso es clave aprender de los errores que otros han cometido para conseguir acertar en la creación de llamadas a la acción que sean capaces de atraer la máxima cantidad de clientes hacia tu blog, página web o páginas de aterrizaje.
Estos son los errores más habituales, y que tú no deberías cometer, a la hora de crear una llamada a la acción:
- Textos o explicaciones demasiado extensos: provocan que la CTA pierda intensidad y fuerza comunicativa. En consecuencia, no capta la atención, resulta poco atractiva y sin impacto. Recuerda que los textos deben ser breves, claros y concretos.
- Diseños poco vistosos y descuidados en su aspecto gráfico: merman la percepción positiva y la confianza del usuario en la llamada a la acción y, por asimilación, en la marca anunciante.
- Combinaciones cromáticas sin contrastes: pueden conllevar resultados mediocres. Elige colores que se complementen bien y que, a la vez, contrasten entre sí y destaquen sobre el fondo del sitio web.
- Imágenes demasiado generales, poco atractivas o no relacionadas con el tema: restan fuerza a la llamada a la acción. Las imágenes son una pieza clave a la hora de atraer la mirada del visitante y vale la pena que aproveches su enorme potencial. Si la imagen es adecuada, el usuario captará enseguida el mensaje.
- Ubicación en puntos de escasa visibilidad del sitio web: no llamarán la atención ni resultarán efectivas. Estudia bien dónde puedes colocarlas para que atraigan y seduzcan al usuario. Por ejemplo, situar una CTA en el pie de página, donde solo llega el 20% de los usuarios, no es una decisión acertada. Mucho mejor será elegir la zona superior derecha de la página. Utiliza el criterio de equilibrio y sentido común a la hora de decidir ubicaciones.
- Un tamaño demasiado reducido de la CTA puede significar que pierda protagonismo y quede camuflada en su entorno. Por el contrario, dimensiones demasiado grandes son peligrosas y contraproducentes porque el usuario puede sentirse intimidado. Como siempre, lo ideal es el punto medio. Déjate guiar por tu sentido común y logras un tamaño adecuado, que no sea intrusivo para el usuario por demasiado grande ni tampoco que le pase desapercibido por ser demasiado pequeño. Observa qué está haciendo tu competencia para imitar aquellas CTAs que creas que mejor les funcionan.
Las llamadas a la acción no dejan de ser herramientas de comunicación y de seducción. Empatiza con el usuario y procura ponerte en su lugar para comprender su punto de vista y la forma cómo percibe el mensaje. Es la mejor manera que tienes para evaluar la idoneidad de una CTA y evitar así errores que te pueden conducir al fracaso.
Fuente imagen: Flickr/ Ben Smith
