Del mismo modo que existen reglas de oro y consejos casi infalibles para (casi) cualquier estrategia de marketing online, también podemos toparnos con todo lo contrario: errores tan graves como recurrentes, capaces de arruinar por sí solos una campaña magníficamente diseñada. Y por supuesto, las técnicas de optimización para los buscadores online —es decir, el SEO— no son una excepción.
Para que no tengas que lamentar males mayores en este terreno, detallamos a continuación el decálogo de los fallos más habituales, así como las prácticas más recomendables para evitarlos.
1) No optimizar el título de una página. Aunque te resulte sorprendente, se trata de un error muy común que suele afectar especialmente a la página de inicio o home page. Del mismo modo, también puede considerarse como una equivocación de bulto, ya que el título es un elemento que contribuye enormemente a mejorar el posicionamiento de una página en los buscadores, al tiempo que hace las veces de tarjeta de presentación para aquellos que ven el site indexado en los resultados de búsqueda de Google. Para que el título sea correcto, debe ser explicativo e incluir alguna palabra clave (o keyword) al principio del mismo. A su vez, otra equivocación típica —y bastante perjudicial— consiste duplicar títulos, lo que afecta negativamente al posicionamiento de la web en los motores de búsqueda.
2) Copiar contenido. Tal como ocurría en la escuela cuando alguien copiaba los deberes de un compañero, ésta es una de las peores prácticas que pueden darse en Internet. Y para más inri, también es la más fácil de detectar. Todo ello sin perder de vista que reutilizar sin permiso los contenidos a un competidor es ilegal, puesto que vulnera la Ley de la Propiedad Intelectual. Con este telón de fondo, no es de extrañar que el algoritmo de Google penalice aquellas páginas que reproducen textualmente el contenido de otras, ya que lo que se prioriza es que éste sea original y de calidad. Así, la web que recurre al plagio no sólo se hundirá los resultados de búsqueda online, sino que es posible que los motores lleguen a desindexarla.
3) Duplicar contenido. Este error se basa en usar más de una vez un determinado contenido dentro del mismo site. La situación referida es frecuente cuando se publican páginas que han sido creadas como plataformas a partir de sistemas de gestión de contenidos o content management systems (CMS, que suelen generar títulos, meta descripciones y otros elementos de código automáticamente), o bien cuando se pone en marcha una página sin el asesoramiento de un experto en SEO. En estos casos, Google solamente indexará una de las páginas duplicadas, lo que implica perder tráfico y posiciones en el ranking de resultados. Para subsanar esta situación, se recomienda utilizar un redireccionamiento 301 —que supone mover una página permanentemente— hacia la URL preferida.
4) El keyword stuffing. Se trata de otra mala práctica muy arraigada, consistente en llenar una página con palabras clave para manipular su posicionamiento en los resultados de búsqueda. A la larga, esta estrategia no funciona, ya que Google acaba penalizando el posicionamiento de estas webs en sus índices. Con relación a este problema, no hay que olvidar que la optimización de textos debe dirigirse a los usuarios, y no a los buscadores, empleando para ello las keywords de manera natural y en su contexto. Además, aunque esto sirviera para atraer más tráfico, la experiencia del usuario sería mala, por lo que el número de clientes finales acabaría reduciéndose tarde o temprano.
5) Abusar de los elementos creados con Flash. Hoy por hoy, los motores de búsqueda no pueden leer los contenidos diseñados con el programa Adobe Flash, por lo que no se indexan. Aunque resultan muy atractivos para los usuarios, no aportan información que pueda ser interpretada por Google, por lo que resulta inútil añadirles keywords. Como alternativa, vale la pena decantarse por versiones equivalentes en HTML, puesto que los buscadores procesan sin problemas este lenguaje de programación.
6) ...y con JavaScript. Al igual que ocurre con el Flash, los buscadores no pueden leer contenido creado con el software JavaScript, que está presente en muchos sistema de CMS. Por lo tanto, situar palabras en este tipo de contenido hace que el SEO resulte menos efectivo y que no ayude a mejorar la indexación de las páginas. Lo mismo ocurre con los enlaces: si el site tiene menús generados con JavaScript, Google no los interpreta. Para solventar este problema, se aconseja crear mapas de sitio (o sitemaps) para conseguir que todos los enlaces sean visibles.
7) Generar enlaces con texto ancla irrelevante. Los buscadores se basan en el texto ancla como indicador del tema de la página a la que apuntan. Por esto, enlaces en los que se indica “haz clic aquí” son una oportunidad desperdiciada para incluir palabras clave que favorezcan la estrategia de SEO.
8) Introducir contenido importante en imágenes. Los motores de búsqueda no pueden leer imágenes ni el texto que está impreso en ellas. Cuando se trate de este formato, lo máximo que se puede hacer es añadir keywords en el atributo ALT de la imagen. Asimismo, se recomienda presentar contenido relevante en forma de texto, en vez de incluirlo en una fotografía o una ilustración.
9) Utilizar backlinks de mala calidad. Los backlinks, o enlaces que llevan hacia una determinada página, son vistos por Google como votos de confianza. Por eso, hay que conseguir enlaces de fuentes creíbles y relacionadas con la actividad sobre la que trate la web en cuestión. No obstante, no hay que olvidar que la cantidad nunca puede sustituir a la calidad: sin ir más lejos, un link publicado en una página con mucha autoridad mejorará más el posicionamiento de un site en los resultados de búsqueda que 200 enlaces de poca calidad.
10) Destinar demasiados recursos a las meta keywords. A pesar de que en los años noventa adquirieron gran importancia para los buscadores, desde el 2011 Google ya no utiliza estas etiquetas para decidir el posicionamiento de una web en sus índices. Actualmente, las meta keywords se utilizan sobre todo para las búsquedas internas dentro de la misma web. Además, no hay que obviar que estos elementos podrían ser aprovechados por la competencia para robar keywords y usarlas en campañas online de pago. Por estos motivos, es mejor no obsesionarse con este tema.
By Oriol Bel Marata y Aniol Quer