En el mundo del posicionamiento web se distinguen tres tipos de SEO, los cuales se caracterizan por el tipo de técnicas que realizan para posicionar. ¡En este post, te los describo!
De un modo sencillo, podríamos definir el Grey Hat o el SEO gris como aquella estrategia de posicionamiento web basada en el uso de técnicas que aceleren dicho proceso, pero sin incumplir drásticamente las directrices de Google.
A diferencia del Black Hat, no se utilizan técnicas que puedan ser altamente penalizadas por Google, pero tampoco se centra en seguir a rajatabla las directrices de Google (White Hat), ya que esto tiene una desventaja muy notable. Te la cuento a continuación.
Si tu competencia está mejorando y acelerando su posicionamiento, pero tú no (porque te limitas a seguir “las normas” de Google), estás en una clara desventaja con ellos. Nunca viene mal saltarse, aunque sea de vez en cuando, las normas, ¿verdad?
Una de las ventajas principales del uso de técnicas Grey Hat es que no tienen por qué aplicarse solo a proyectos a corto plazo. El objetivo es posicionar más rápido y mejor (con acciones manuales y no naturales), pero que no por ello te penalicen a corto o largo plazo.
Perfil y estrategias de un Grey Hat
A lo largo de la introducción he nombrado en algunas ocasiones las palabras “estrategia” y “técnicas”. Pero, ¿a cuáles me refiero?
Repasaremos algunas de las más destacables:
1. Da importancia al contenido
Un Grey Hat no cree que el contenido sea el rey, pero no por ello infravalora su efectividad en cuanto al SEO.
De hecho, es uno de los pilares fundamentales para el posicionamiento web y que debemos tener en cuenta sí o sí, sobre todo para proyectos que queramos que sean estables.
Algunos de los aspectos que hay que valorar cuando hablamos de contenido son los siguientes:
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Extensión del contenido. Tener artículos de 1.000 o incluso 2.000 palabras supone un valor añadido bastante importante para tu página. Y da igual que sean ecommerce o blogs: tener contenido siempre ayuda, sea el proyecto que sea.
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Semántica web. Ya que tienes contenido, aprovéchalo de la mejor forma posible. Uno de los consejos más relevantes al respecto es que tengas en cuenta sinónimos o variaciones de palabras clave. Eso te permitirá abarcar aún más palabras clave y, además, posicionar mejor (ya que Google verá muchas palabras relacionadas en tu contenido).
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Keyword Density. El Keyword Density hace referencia al porcentaje que usas de cada palabra clave. Se recomienda que esté en un 1-3% para evitar la sobreoptimización de una keyword (o, en su defecto, que Google no detecte qué palabras clave son las principales). Lo mejor, no obstante, es espiar a la competencia, comprobar en qué porcentaje usa sus palabras principales y secundarias, y replicar su estrategia… ¡o incluso mejorarla!
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Estructura del contenido. Tener un contenido bien estructurado te lo agradecerá tanto el buscador como el usuario. Usa los encabezados de una forma estratégica (puedes basarte nuevamente en tu competencia) y aprovecha las palabras clave principales para ponerlas como encabezados. Tener una jerarquía en el contenido ayudará a Google a identificar mejor las diferentes partes del texto y, a tus lectores, a guiarse mejor por él.
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Elementos multimedia: una de las formas que suelen usarse para aumentar el tiempo de permanencia dentro de una página consiste en insertar elementos multimedia. Por ejemplo, incrustar un vídeo relacionado con la temática del post y que tenga información relevante. Eso hará que los lectores pasen más tiempo en tu página, y tú solo has tenido que gastar un minuto para buscar e insertar el vídeo.
2. Crear enlaces artificiales con patrones naturales
Los enlaces son otro de los pilares fundamentales del SEO. Lo que ocurre es que normalmente es complicado que un sitio te enlace de forma natural, por lo que para acelerar el SEO se compran/intercambian enlaces entre diferentes páginas.
Un Black Hat realizaría enlaces masivos sin tener en cuenta su naturalidad, y un White Hat no realizaría enlaces artificiales.
Un Grey Hat, en cambio, realiza enlaces artificiales, pero tiene en cuenta que Google no pueda detectar dichas prácticas.
Para lograrlo, no pasan desapercibidos diferentes aspectos como la variedad de anchor texts, o estos menos divulgados:
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Enlaces desde diferentes IP. Si un sitio web tiene muchos enlaces desde diferentes dominios, pero todos los dominios tienen la misma IP, es un indicador para Google de baja naturalidad. La relación entre dominios e IP debe ser lo más equitativa posible, y mi herramienta favorita para comprobarlo es Ahrefs.
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Periodicidad de los enlaces. Crear enlaces de forma progresiva es uno de los requisitos indispensables para tener una estrategia de linkbuilding natural. Del mismo modo, cuando se quieran dejar de crear enlaces, también debemos dejar de crearlos poco a poco. Aquí entra mucho en juego el sentido común: ¿sería natural que un sitio que ha recibido en un mes 10 enlaces, no reciba ni uno en los siguientes meses? ¿No crees que Google consideraría ese contenido poco relevante a partir de entonces?
Por tanto, como acabamos de repasar, el tratamiento que hace un Grey Hat del contenido y los enlaces con respecto a un Black Hat o White Hat son bastante notables. Que uno sea mejor que otro entra en el juicio de cada uno, pero lo que sí está claro es que estas técnicas, a día de hoy, siguen siendo efectivas para mejorar el SEO de cualquier proyecto.
Y tú, ¿qué opinas de estas técnicas? ¿Las tienes en cuenta cuando realizas SEO? ¡Cuéntamelo!