El tráfico directo de una página web es todo aquel que nos llega a través de usuarios que han tecleado directamente nuestra URL en su barra de búsqueda del navegador.
Tendemos a quedarnos con la definición general de tráfico directo. No obstante, si no ampliamos este concepto, esto puede llevarnos a una incorrecta interpretación de los datos. Según Google Analytics, hay una definición principal de tráfico directo: fuente que se categoriza como tal cuando no se hayan obtenido datos sobre cómo la sesión ha llegado a la página de destino.
Obtener visitas a las páginas de destino vía tráfico directo puede llegar a confundir y a extraer conclusiones no objetivas a la hora de analizar los datos. Por esta razón, es importante saber qué es el tráfico directo y en qué casos Google Analytics no identifica las fuentes de tráfico. De esta manera, podrás entender y analizar objetivamente de dónde provienen exactamente estas fuentes. Consecuentemente, sabrás cómo reducir el tráfico directo que no nos interesa.
A continuación, pasamos a conocer los 10 casos más comunes donde Google Analytics no puede identificar la fuente de tráfico. Cuando Google no identifica la fuente de tráfico, la categoriza como tráfico directo.
Además del tráfico de los usuarios que, efectivamente, teclean la URL directamente en la barra de direcciones, Google Analytics considera también tráfico directo:
Los bookmarks son los enlaces guardados como favoritos en la barra superior del navegador.
Este término se refiere a métodos de social sharing que no pueden atribuirse a una fuente en concreto. Por ejemplo, cuando los usuarios llegan a la página de destino a través de un enlace en un correo electrónico configurado en el propio dispositivo o vía web (Gmail, Hotmail, Yahoo email, etc). También, a través de las Apps de mensajería instantánea como Skype, WhatsApp y Facebook Messenger.
Cuando el enlace a la web que ha llevado al usuario a nuestra página de destino se encuentra dentro de un documento en formato Word, PDF, Power Point, etc. En estos casos, se debería implantar parámetros de campaña UTM. De este modo, se podrá trackear el tráfico que proviene de estas fuentes offline.
Si un usuario clica un enlace en una página de destino segura (HTTPS) a una página no segura (HTTP), no se pasan datos de referencia. De este modo, se categoriza como tráfico directo y no de referencia.
Cuando el usuario accede a una página de destino a través de un enlace ubicado en el historial de páginas visitadas.
Los enlaces a la web que se encuentran en código JavaScript pueden borrar o reemplazar los datos de referencia. Esto es lo que ocurre en muchos banners publicitarios.
Se puede dar el caso de que crees nuevas páginas de destino y te olvides de incluir el código de tracking de Google Analytics. También, y cada vez más frecuente, es posible que los triggers dentro del contenedor GTM (Google Tag Manager) estén mal configurados. Por esta razón, puede funcionar incorrectamente el código de tracking.
Los enlaces que están dentro de una intranet o a través de un servidor Proxy.
Cuando se llega a una página a través de redirección 301 y, también, se han eliminado los parámetros UTM que conducían a la fuente original.
El usuario puede configurar su navegador eliminando los datos “referrer”, por lo que se oculta el origen de la visita y el tráfico pasa a considerarse, erróneamente, directo.
Esta cuestión no concierne únicamente a Google Analytics, puesto que el resto de herramientas analíticas y de buscadores presentan problemas parecidos a la hora de interpretar qué es tráfico directo.
Aparte del tráfico directo y los motivos que lo categorizan como tal, las visitas a nuestra web pueden venir de otras fuentes de tráfico:
Las diferentes interpretaciones sobre el tráfico directo suponen un problema a la hora de analizar nuestra web, ya que resta objetividad a los datos de proporción de tráfico obtenido.
Veamos un ejemplo: Creamos un banner publicitario. Seguidamente, analizamos las visitas logradas a través del enlace introducido. Sin embargo, en vez de ser considerado tráfico logrado por una campaña publicitaria, es identificado erróneamente como tráfico directo. Esto nos puede conducir a la equivocada conclusión de que dicha acción publicitaria está dando unos resultados algo peores que los conseguidos en realidad.
Categorizar correctamente las fuentes de tráfico e identificar de dónde provienen los leads que se están captando, es primordial para obtener datos reales y válidos de tu página web o de la campaña que se esté trackeando.
De este modo, para tener controlado todo el tráfico que se esté generando, puedes configurar una alerta de Google Analytics. Esta función te permitirá saber, por ejemplo, la subida del tráfico directo, entre muchas.
En este caso, si vemos que se produce una subida del tráfico directo, ¿qué podemos hacer para reducirlo e identificar estas fuentes de tráfico?
Insertar un código de seguimiento UTM. Esto supondrá una correcta clasificación del tráfico y no se marcará como tráfico directo erróneamente.
Aparte de ser un enlace a una página de destino segura, permitirá también evitar el tráfico directo e identificar el tráfico por referral.
Como hemos comentado anteriormente, evitar llegar a una página de destino a través de redirección 301 permanente. También, si utilizas URLs de vanidad para redirigir a páginas con parámetros UTM, hay que ser cuidadoso.
Es esencial para asegurarnos de que estamos haciendo una correcta interpretación de los datos. Además, esto también nos permite saber, en cuanto a marketing, si aquello que trackeamos está funcionando o no.
Llegados a este punto, ya sabes qué es el tráfico directo y las razones por las cuales Google Analytics categoriza el tráfico directo como tal. Además, con las soluciones que hemos comentado para minimizar dicho tráfico, puedes crear un análisis más detallado y válido de tu página web o de tu campaña.
¡Empieza a analizar este segmento de usuarios tan valioso!
Autora del contenido: Ada Armengol, Account Executive en InboundCycle.
Publicado originalmente el 4 de marzo de 2017, actualizado el 25 de octubre de 2022.
Revisado y validado por Susana Meijomil, Content Manager en InboundCycle.
Google Analytics es por excelencia la herramienta que te ayudará a saber cuánto tráfico recibe tu página web y la interacción de todas las páginas de tu sitio.
Para medir el tráfico, accede a Comportamiento > Contenido del sitio > Todas las páginas > entradas.
Si entendemos, controlamos, analizamos bien el tráfico directo y, minimizamos el que no nos interesa, este puede ser de gran valor para nuestra marca. Por un lado, nos indica lo fácil que les resulta a los usuarios recordar nuestro dominio. Por otro lado, puede significar también que muchos de los visitantes nos tienen en su top of mind a la hora de visitar nuestra página web, en vez de a la competencia.
De manera general, se produce tráfico directo hacia una página web cuando los usuarios escriben la URL en la barra de direcciones de su navegador o, a través del listado de favoritos o marcadores. Es decir, no hay ningún paso intermedio para llegar a la página web, sino que se produce de manera directa.