MVP es el acrónimo de Minimum Viable Product (Producto Mínimo Viable en español), y representa la versión más básica y funcional de un producto que permite validar la idea de negocio con el público objetivo, ahorrando recursos y tiempo en el proceso de desarrollo.
En este artículo te lo cuento todo sobre el MVP con todo lujo de detalles.
¿Qué es un Producto Mínimo Viable (MVP)?
Un MVP o Minimum Viable Product es una versión inicial de un producto que incluye solo lo esencial para resolver un problema o satisfacer una necesidad de tus usuarios. El truco está en hacerlo lo suficientemente funcional para que las personas puedan probarlo, pero sin dedicar meses (o años) al desarrollo completo.
El concepto de MVP se hizo famoso gracias a Eric Ries, en su libro "The Lean Startup". La idea es simple: en lugar de lanzarte a construir algo gigante que podría no interesarle a nadie, creas algo pequeño, lo pruebas y aprendes de tus usuarios. De esa forma, reduces riesgos y maximizas tus posibilidades de éxito.
Ojo, no confundas un MVP con un prototipo. Aunque son parecidos, hay una diferencia clave: un prototipo es más para visualizar ideas, mientras que un MVP es un producto funcional que los usuarios pueden utilizar y dar feedback real. Esta diferencia es esencial para entender cómo un minimum viable product puede ayudarte a ahorrar recursos y desarrollar algo que realmente vale la pena.
¿Cuáles son los objetivos de un MVP?
Un MVP no es solo una versión "básica" de tu producto. Tiene metas específicas que lo convierten en una herramienta estratégica poderosa:
Validar la idea
El objetivo número uno es comprobar si tu producto o servicio resuelve un problema real. En lugar de suponer que a la gente le va a encantar, un MVP te ayuda a validar la idea directamente con tu público objetivo. Esto te permite confirmar si estás en el camino correcto sin gastar de más.
Conseguir feedback rápido
Imagina que lanzas tu MVP y los usuarios te dicen qué les gusta, qué no funciona o qué podrían mejorar. Esta información es oro puro porque te permite ajustar tu producto antes de invertir demasiado. Validar la idea con datos reales siempre será más eficiente que trabajar con suposiciones.
Reducir riesgos y ahorrar recursos
A nadie le gusta tirar el dinero (y menos cuando es propio). Con un MVP, minimizas la posibilidad de invertir en algo que nadie necesita, lo que te ayuda a ahorrar recursos valiosos, como tiempo y dinero. Además, reduces significativamente el riesgo de fallar.
Llegar rápido al mercado
El tiempo es clave en los negocios. Un MVP, o minimum viable product, te permite lanzar tu idea al mercado en tiempo récord, ganar visibilidad y empezar a construir tu base de usuarios desde temprano.
Existen 2 tipos de producto mínimo variable:
- Producto mínimo variable de baja fidelidad: se refiere a productos sencillos de fabricar con la finalidad de obtener resultados básicos para la comprensión de las necesidades del cliente.
- Producto mínimo variable de alta fidelidad: se trata de un producto que requiere mayor dedicación y desarrollo para optimizar las estrategias de marketing.
Pasos para crear un MVP que funcione
Ahora que sabes qué es y por qué deberías hacerlo, vamos a lo práctico: ¿cómo se crea un MVP? Aquí tienes una guía sencilla paso a paso:
1. Define el problema
Primero, pregúntate: ¿Qué problema voy a resolver? Es importante tener esto claro desde el principio. Si no sabes cuál es el dolor de tu público objetivo, será difícil ofrecerle una solución que realmente les interese.
2. Decide qué es lo esencial
No intentes abarcarlo todo desde el principio. ¿Cuál es esa única cosa que tu producto debe hacer bien para resolver el problema? Eso es lo que debes incluir en tu MVP. Recuerda que el objetivo es validar la idea con el menor esfuerzo posible.
3. Construye algo funcional
Aquí es donde pones manos a la obra. No tiene que ser perfecto, pero sí debe ser lo suficientemente bueno para que las personas lo usen y entiendan el valor que ofreces. El minimum viable product no necesita ser un producto terminado, solo una versión básica que cumpla con lo necesario.
4. Lánzalo y recoge feedback
No te quedes esperando el momento "perfecto" para lanzarlo, porque ese momento no existe. Sácalo al mundo, recopila comentarios y observa cómo responde tu público objetivo. Este feedback será clave para las siguientes etapas.
5. Mejora e itera
Toma todo ese feedback que recibiste y úsalo para mejorar tu producto. Este ciclo de prueba y mejora es la clave del éxito, y es lo que hace que el concepto de MVP sea tan efectivo.
Ejemplos de reales de MVP
Para que veas lo efectivo que puede ser un MVP, aquí tienes algunos casos de éxito que seguro conoces:
Dropbox
Antes de crear su servicio de almacenamiento en la nube, Dropbox lanzó un simple video explicando cómo funcionaría. Este enfoque les ayudó a validar la idea antes de invertir en desarrollo, demostrando cómo ahorrar recursos mientras testeas el mercado.
Fuente de la imagen: Dropbox
Airbnb
Al principio, los fundadores de Airbnb alquilaron su propio apartamento para probar si la idea de compartir alojamientos funcionaría. Fue una manera inteligente de validar la idea sin gastar demasiado.
Zappos
Cuando Zappos comenzó, no tenían inventario propio. Simplemente tomaron fotos de zapatos de tiendas locales y los publicaron en su sitio web. Este simple MVP les permitió entender si su público objetivo estaba dispuesto a comprar zapatos en línea.
Principales herramientas del Producto Mínimo Viable
No necesitas ser un experto en desarrollo para crear un MVP. Hoy en día, hay herramientas para todo. Aquí te dejo algunas que pueden ser útiles:
1. Landing pages
- Unbounce: Perfecta para probar ideas y captar leads.
- Launchrock: Te ayuda a crear páginas rápidas para medir el interés.
2. Prototipado
- InVision: Ideal para diseñar prototipos interactivos.
- Figma: Fácil de usar y súper colaborativa.
3. Encuestas y feedback
- SurveyMonkey: Recoge opiniones detalladas de los usuarios.
- Typeform: Sus encuestas son tan bonitas que la gente quiere completarlas.
4. Análisis de usuarios
- Hotjar: Te muestra cómo interactúan los usuarios con tu producto.
- Google Analytics: Básico para medir el comportamiento en tu sitio web.
Para escoger la herramienta correcta es necesario considerar algunos factores como la fiabilidad del producto, el alcance que se desea obtener y el coste o tiempo que se le debe invertir.
En definitiva, el MVP recoge la esencia del marketing de una start-up y de la filosofía que debe seguir cualquier emprendedor: evitar construir algo que no interesa a nadie, aprender lo máximo invirtiendo lo mínimo y conseguir hechos que ayuden a corregir el plan de negocio inicial.
Eso sí, el MVP también puede dar problemas, ya que la mayoría de las veces es mucho más reducido (más mínimo) de lo que el emprendedor puede llegar a pensar.
Producto vs experimento
Además, este no es el único término que crea controversia dentro del MVP. Otro de los aspectos conflictivos es la palabra “producto”. Cuando pensamos en ella, tenemos la imagen de algo mucho más acabado y pulido. Por eso, en vez de recurrir a este concepto, a veces es preferible optar por el de “experimento”.
Considerando este aspecto, el MVP sería un experimento de negocio orientado a conseguir el máximo aprendizaje posible con la mínima inversión económica y de tiempo. Por lo tanto, podría entenderse como una estrategia para evaluar una idea en el mercado de una forma rápida y cuantitativa, es decir, como una táctica para reducir las pérdidas y poner el producto en manos de los usuarios lo antes posible.
Conclusiones sobre el MVP
El Producto Mínimo Viable (MVP), o minimum viable product, es una herramienta poderosa para llevar tu idea del papel al mercado sin complicarte la vida. Validar la idea, aprender y mejorar son las claves de su éxito. Así que, si tienes una idea rondando en tu cabeza, ¿por qué no intentarlo? Empieza pequeño, escucha a tus usuarios y construye algo increíble que realmente vale la pena.
¿Tienes alguna experiencia creando un MVP o preguntas sobre cómo empezar? ¡Déjalo en los comentarios!
Publicado originalmente el 4 de noviembre de 2013, actualizado el 26 de diciembre de 2024.
Revisado y validado por Sarah Vercheval, Directora de Marketing en InboundCycle.

Ana Claudia Ferreira
Marketing Executive en InboundCycle, especializada en SEO y gestión de contenidos. Graduada en Publicidad y Propaganda en IBMEC - RJ, y con máster en Marketing de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. Comenzó su carrera con prácticas en una agencia de comunicación, y luego trabajó en una multinacional antes de unirse a InboundCycle como ejecutiva de cuentas. Lleva más de un año fortaleciendo la presencia en línea de la agencia a través de la gestión de contenidos.