Acaba de debutar en el ciberespacio una nueva red social llamada Tsu con muchas similitudes con las archiconocidas Facebook o Google+, pero también con una gran diferencia: los propios usuarios son los dueños de los contenidos que publiquen, por lo que recibirán una parte de los ingresos en concepto de publicidad que generen.
Aunque parezca lo más normal, lógico y justo que los usuarios conserven los derechos de los posts, fotos, vídeos y otros contenidos que cuelguen en las redes sociales, la realidad es muy distinta. Cuando subimos nuestros contenidos a nuestro muro de Facebook o a otros redes, automáticamente cedemos nuestros derechos de autor a dichas plataformas. Condición que, por otro lado, nos vemos obligados a aceptar al tener que marcar la casilla "Acepto lo términos de uso" o concepto similar para poder seguir avanzando en el proceso de registro.
Por supuesto, los ingresos por publicidad generados gracias a la audiencia que estos contenidos logran atraer pasan directamente a engrosar la contabilidad de las redes, sin que sus autores (los propios usuarios) vean un sólo céntimo.
A fecha de hoy, las principales redes sociales consiguen importantísimos beneficios gracias a la actividad de sus usuarios. Una simple foto, cuando se convierte en viral, es vista por mucha gente, genera comentarios y provoca que un gran número de personas pase mucho tiempo en la red. Y ese tiempo, esa audiencia, acaba convirtiéndose en dinero gracias a los cada vez más numerosos anuncios publicitarios insertados en el sistema. Unas ganancias que, hasta ahora, únicamente beneficiaba a las compañías que gestionan las redes.
Tsu está dispuesto a darle un giro a la situación
El fundador de Tsu, Sebastian Sobzack, explicó la situación con claridad meridiana durante la presentación de su producto: «Las redes sociales más populares han construido modelos de negocio obteniendo ingresos con la monetización del contenido generado por los usuarios». A continuación, se pregunta «por qué debería una persona beneficiarse comercialmente por el trabajo de otra sin pagar al dueño del contenido». Y la respuesta del propio Sobzack es clara y contundente: «Con Tsu los usuarios podrán recibir compensaciones adecuadas al contenido que producen».
En tono ambicioso, el principal artífice de Tsu ha afirmado:
«Hemos reinventado la red social creando un espacio productivo para cada uno y haciendo que cada usuario posea una parte de la red. Así debe funcionar el mundo»
Un diseño y funcionamiento muy similar a las grandes redes
De momento a Tsu, que está disponible sólo en inglés, se accede exclusivamente por invitaciones. Si quieres unirte a esta red, te facilitamos aquí nuestro enlace para que puedas registrarte y probar sus funcionalidades: https://www.tsu.co/inboundcycle
Nosotros la hemos probado y la verdad es que a nivel forma y de funcionalidades no aporta nada nuevo al resto de redes. Antes de registrarse, una gran foto central de una chica recuerda a Twitter y, una vez en su interior, la interfaz, el diseño de los iconos y su ubicación se asemejan mucho a Google+ y Facebook. También se pueden subir fotos y otros contenidos, tener seguidores (followers) y hasta encontramos el característico botón "Me gusta" de la red de Zuckerberg. Hasta aquí nada nuevo.
Por lo tanto la novedad se encuentra, como hemos comentado, en la posibilidad para los usuarios de generar beneficios de los contenidos de sus publicaciones. La red social Tsu se encargará de repartir una parte de las ganacias por publicidad atendiendo a múltiples factores: número de seguidores, actividad de los usuarios que hayan entrado con tu invitación (sistema piramidal) y, por supuesto, cantidad, calidad y periodicidad del contenido publicado.
En definitiva, Tsu pretende revolucionar el concepto de red social a través de un elemento que hasta ahora pasaba inadvertido para los usuarios: el dinero. Ese dinero por publicidad que generan los contenidos y que la mayoría de usuarios de la red ni siquiera se habían planteado que en realidad surgía de la suma de los contenidos aportados, voluntariamente y sin recibir beneficios directos, por cada uno de ellos.