Sin temor a equivocarnos, podríamos afirmar que el blog es la columna vertebral del inbound marketing y, naturalmente, del marketing de contenidos, ya que en torno a él se superponen diversas estrategias que se alimentan de su poder de atracción, como el social media marketing y el lead nurturing, entre otras técnicas afines.
Eso sí: para que el blog pueda aprovechar todo su potencial, es imprescindible que esté integrado en el sitio web de la empresa y alojado en una carpeta en el mismo dominio, para que así pueda contagiarse de la antigüedad y relevancia del sitio web. Sin embargo, lo más importante es cómo el blog potenciará la visibilidad del site, y cómo le dará un mayor valor de PageRank (una métrica acuñada por Google para calcular la autoridad de una web).
En cualquier caso, el blog adquiere su verdadera transcendencia real en el momento en que sus posts se actualizan de forma periódica, con contenidos de valor y que sean atractivos para el público objetivo de la marca. Al ser de interés, pueden llegar a ser ampliamente difundidos mediante las redes sociales, lo que contribuirá a incrementar el número de enlaces y visitas a la web. Así, el sitio mejora su posicionamiento, popularidad y relevancia entre los targets.
Para llegar a obtener resultados brillantes, la base está en un buen proyecto web. Una fase previa de captación de necesidades es fundamental para definir objetivos, targets, competencia, tecnología y recoger toda la información del cliente, fundamental para un buen desarrollo del proyecto.
A partir de aquí, las fases que se despliegan son tres:
- Arquitectura de la información, que incluye
- árbol web
- árbol funcional
- wireframes
- Diseño
- Programación
Cada una de estas fases requiere de unos pasos necesarios que se van validando con el cliente de forma progresiva para asegurar la marcha adecuada y una respuesta correcta a las necesidades, sin desviaciones. De hecho, todo proyecto web que quiera asegurarse el éxito deberá haber avanzado progresivamente a lo largo de estas tres etapas.
El blog, como parte integrante del sitio web, presenta su propia estructura y personalidad. Sus páginas poseen una tipología propia, aunque suelen desplegarse en función de dos posibilidades: por un lado, un listado con todo los posts publicados y un pequeño extracto de cada uno de ellos, y por el otro, otra para cada uno de los posts, que se abre para mostrar la totalidad de su contenido.
Gracias al conocimiento detallado del desarrollo de un proyecto web, en todas sus fases y elementos, podremos elaborar un buen briefing y, como clientes, estaremos en condiciones de valorar adecuadamente los presupuestos que recibamos.
Por todo ello, vale la pena prestar la máxima atención al blog en cualquier estrategia de inbound marketing. Cuidando en todos momentos sus contenidos, esta herramienta de la comunicación 2.0 puede ayudarnos a conseguir acciones tan exitosas como rentables. ¿Estás preparado/a para hacer la prueba?
Por Xavier Valdés