Google y Facebook, rivales declarados en el control de la Red, han dejado atrás sus diferencias y acaban de llegar un acuerdo en el ámbito de los anuncios publicitarios. Al parecer, los dos colosos de Internet han llegado a la conclusión de que una estrategia conjunta en publicidad les vaa producir un beneficio mutuo.
Los anuncios en Facebook: un punto de inflexión
El sistema de marketing de Facebook, conocido como Facebook Enchange, ha crecido espectacularmente desde sus inicios y, concretamente, su servicio de ofertas en tiempo real se ha demostrado clave en el crecimiento de los ingresos en concepto de la publicidad de la red social líder del ciberespacio.
En definitiva, el aterrizaje de la publicidad en Facebook ha supuesto un punto de inflexión en el ecosistema de la publicidad de Internet. Y en este cambio de la reglas del juego el primer perjudicado ha sido Google, que ha visto en la empresa de Mark Zurkerberg un importantísimo competidor en un mercado, el de la publicidad en Internet, que hasta ahora dominaba a
placer.
La reacción de Google
La gestión de la publicad en Google se lleva a cabo a través del servicio de la empresa Doubleclick, adquirida por el buscador en 2008. Este sistema permite a los usuarios el acceso a una serie de mercados de publicidad, entre los que hasta ahora no estaba incluido Facebook Exchange. Por lo visto, esta exclusión estaba provocando en Google la pérdida de un buen número de posibles anunciantes.
Ante esta situación, Google ha decidido mover ficha y, tomándose al pie de la letra el dicho de “si no puedes vencer a tu enemigo, alíate con él”, ha llegado al acuerdo histórico de crear un sistema integrado de anuncios con Facebook.
El futuro de la publicidad de Internet
Cuando en unos meses el proceso de integración se complete, los anunciantes de Google podrán beneficiarse del sistema de rastreo, a través de las cookies, de los hábitos de los usuarios.
De esta forma, los clientes de Google tendrán la opción de comprar anuncios en Facebook y viceversa, lo que, en principio, supone una ventaja para los anunciantes, que podrán conseguir una mayor visibilidad y enfocarse a un target más concreto.
Pero el internauta usuario de Google o Facebook puede encontrarse con la sorpresa (puede que no demasiado agradable) de una excesiva repetición de los anuncios con los que se tope durante su navegación por el buscador en sus conexiones a la red social.
El porqué de este acuerdo
Llegados a este punto, muchos se preguntarán cómo dos empresas, supuestamente rivales y enfrentadas se han puesto de acuerdo para colaborar estrechamente. Aunque la respuesta definitiva solo la tienen los directivos de las compañías implicadas, si nos adentramos en el terreno de la conjeturas no es descabellado pensar que los dirigentes, tanto de Google como
de Facebook, hayan coincidido en pensar que una excesiva competencia podría
tirar los precios de los anuncios a la baja, circunstancia sin duda negativa
para ambas partes.
Lo que es evidente es que las grandes empresas de Internet se nutren de la publicidad y la necesitan para subsistir y crecer como las personas dependemos del aire para respirar. Por lo tanto, han tomado la decisión que consideran más adecuada para mantener viento en popa el nivel de ingresos por anuncios.
Carlos Zuriguel
Periodista especializado en Marketing de contenidos